La dirigente opositora en Kizguistán, Rosa Otunbáyeva, quien encabeza un Gobierno popular tras los violentos disturbios antigubernamentales en la capital, Biskek, ha asegurado hoy que el presidente derrocado, Kurmanbek Bakiyev, no tiene intención de abandonar el cargo.

"El presidente trata de consolidar al electorado en el sur para continuar defendiendo su posición. Pero la oposición insiste en que abandone el poder", ha señalado Otunbáyeva.

INFORMACIONES CONTRADICTORIAS

Por su parte, el gobernador de la región de Yalal-Abad, Koshbai Masírov, ha afirmado que el presidente derrocado tiene la intención de presentar su dimisión. "Pero nosotros no permitiremos ofensas a nuestro hijo", ha declarado el gobernador, en alusión al origen de Bakiyev, natural de esa zona.

Al mismo tiempo, el diario digital Fergana.ru ha informado de que en la ciudad de Yalal-Abad, al sur del país, se está creando un comité de defensa del derrocado presidente, mientras se espera que Bakiyev se pronuncie allí en un mitin sobre su dimisión.

CULPAN A LAS AUTORIDADES

El nuevo Gobierno popular ha culpado del derramamiento de sangre en Biskek a las autoridades. "La responsabilidad es de las autoridades", ha declarado la líder opositora, y ha agregado que los disturbios han sido "la respuesta a la represión, la tiranía y la agresión" de las mismas.

El general Ismaíl Isákov, quien ha asumido temporalmente las tareas de ministro de Defensa, ha afirmado que la seguridad nacional y del país está siendo garantizada por soldados y el ministerio del Interior. "Prácticamente todas las Fueras Armadas de Kirguistán y la Guardia Fronteriza han pasado a nuestra subordinación", ha agregado Isákov.

DISTURBIOS EN LA CAPITAL

Al menos 68 personas murieron y más de 520 resultaron heridas en los disturbios antigubernamentales registrados el ayer en la capital de Kirguistán, Biskek, y que fueron reprimidos violentamente por las autoridades, según ha informado hoy el Ministerio de Salud.

Según un portavoz ministerial, hasta ahora solo han sido identificados 33 cadáveres.

Por su parte, el opositor Omurbek Tekebáyev, expresidente del Parlamento, ha afirmado que la cifra de muertos ascendía a un centenar.

RETRATO CON SANDRE

Varios centenares de personas se han congregado esta mañana frente a la Casa Blanca, la sede de la presidencia, donde la gente entra y sale del edifico y el trabajo del Gobierno está paralizado.

En la cerca que rodea el edificio cuelga un retrato del presidente, por algunos derrocado, Kurmanbek Bakíev manchado de sangre, mientras la bandera nacional ha desaparecido de la Casa Blanca.