El líder ultranacionalista serbio, Vojislav Seselj, se entregó ayer al Tribunal Penal Internacional (TPI) para la antigua Yugoslavia, mostrando en todo momento una actitud desafiante, y con la promesa de asumir su propia defensa y la de "todos los héroes serbios luchadores por la libertad". A su llegada a La Haya, Seselj ingresó en el centro de detención del tribunal, donde también permanece preso el expresidente yugoslavo, Slobodan Milosevic.

Seselj fue acusado el pasado 14 de febrero por la fiscalía del TPI de "persecuciones, exterminación, asesinatos, torturas, actos inhumanos y deportaciones forzadas" de los no serbios en zonas de Bosnia, Croacia y Voivodina (Serbia). Entre otros, Seselj, que quedó tercero en las elecciones serbias anuladas por baja participación, dirigió a los paramilitares que participaron en la masacre de civiles evacuados del hospital de Vukovar.