Los líderes religiosos de Francia han pedido este miércoles al presidente François Hollande que los lugares de culto sean "objeto de una mayor atención" por parte de las autoridades en materia de seguridad, según ha manifestado el rector de la Gran Mezquita de París, Dalil Boubakeur.

"Hemos deseado profundamente, unos y otros, que nuestros lugares de culto (judíos, cristianos, musulmanes...) sean objeto de una mayor atención, de una atención sostenida, ya que incluso el más humilde de los hogares de culto puede estar sujeto a una agresion", ha dicho Boubakeur tras la reunión en el Elíseo al día siguiente de la decapitación de un sacerdote en una pequeña iglesia de Normandía (noroeste de Francia).

El rector de la Gran Mezquita de País ha igualmente "expresado en nombre de los musulmanes de Francia el dolor profundo y la impresión psicológica que sienten ante el anuncio de ese sacrilegio blasfemo contrario a cualquier enseñanza de nuestra religión".

También ha sugerido una "reforma de las instituciones" del islam en Francia, estimando que "sería hora de que los musulmanes tomaran consciencia de lo que no funciona de esta visión mundial del islam y que los musulmanes de Francia tomen la iniciativa de una formación religiosa más cuidadosa".

MISA MATINAL

Dos yihadistas, entre ellos un francés conocidos de los servicios antiterroristas, irrumpieron este martes en la iglesia local de Saint-Etienne-de-Rouvray, en la periferia obrera de Rouen (nord-ouest), durante la misa matinal y tomaron como rehenes a cinco fieles, entre ellos el cura, tres religiosos y un pareja.

El sacerdote, Jacques Hamel, de 86 años, fue decapitado. Los yihadistas fueron abatidos por la policía en el momento en que salían a la plaza de la iglesia al grito de "Alá Akbar" ("Dios es grande".

Hacía más de un año que la amenaza de un ataque contra un lugar de culto cristiano planeaba sobre el país, después de que se produjera un atentado fallido en abril del 2015 contra una iglesia católica de Villejuif, en la periferia parisina.