Las llamadas de la comunidad internacional a un alto el fuego en Gaza se acumulan, pero Israel no da su brazo a torcer. Su ministra de Exteriores, Tzipi Livni, rechazó ayer en París la propuesta de su homólogo francés, Bernard Kouchner, de una tregua de 48 horas para permitir la entrada de ayuda humanitaria en Gaza. "No hay ninguna crisis en Gaza y, por tanto, no es necesaria una tregua humanitaria", dijo la jefa de la diplomacia. Un parón en la ofensiva, añadió, daría legitimidad a Hamás y le podría servir para rearmarse.

La oferta francesa mantiene dividido al Gobierno israelí. El ministro de Defensa, Ehud Barak, la apoya. Pero cuenta con la oposición de Livni y del primer ministro, Ehud Olmert, quien exige un mecanismo de supervisión para asegurar que Hamás no volverá a rearmarse y a disparar contra el sur de Israel.

Hasta el momento, organizaciones como la Liga Arabe, la Unión Europea, Naciones Unidas o el Cuarteto (EEUU, Rusia, UE y ONU) y países como Turquía o Egipto han solicitado sin éxito el cese inmediato de las hostilidades. La propuesta más incisiva partió de la Liga Arabe.

En los próximos días se prevé que se intensifique la presión internacional. Para el lunes se espera la llegada de una delegación europea a Jerusalén, y la del presidente francés, Nicolás Sarkozy, quien ya medió en la guerra entre Rusia y Georgia.