El embajador de Israel en Londres, Ron Prosor, ha sido convocado por el Foreign Office (Ministerio de Asuntos Exteriores británico) para discutir sobre la utilización de pasaportes británicos falsos por parte de los supuestos autores del asesinato del dirigente de Hamás Mahmud al Mabhuh en un hotel de Dubái, el pasado 20 de enero. Un portavoz ministerial británico explicó que la decisión se ha tomado porque varios de los ciudadanos británicos cuyas identidades fueron suplantadas en los pasaportes falsos viven en Israel o tienen relaciones con este país.

La reunión entre el secretario general del Foreign Office y el embajador israelí se celebrará hoy. Horas antes del anuncio de la convocatoria, el primer ministro británico, Gordon Brown, prometió que Londres llevará a cabo "una investigación exhaustiva" antes de pronunciarse sobre lo ocurrido. Mahmud al Mabhuh estaba considerado por Israel como una pieza clave en el suministro de armas a Hamás en Gaza. Las sospechas apuntan a que fue asesinado por el Mosad, el servicio secreto israelí.

"Debemos realizar una investigación exhaustiva. El pasaporte británico es un documento importante que debe poseerse de forma apropiada", señaló Brown al respecto.

Seis de los 11 sospechosos entraron en el emirato árabe con pasaportes británicos a nombre de otros tantos israelís nacidos en Gran Bretaña, pero cuyas fotos no se corresponden con las de los autores del crimen.

MALESTAR IRLANDES Tres de los presuntos criminales usaron pasaporte irlandés y el Gobierno de Dublín expresó ayer también su malestar. El ministro de Exteriores, Michael Martin, consideró "extremadamente grave cualquier actividad que ponga en peligro la integridad del pasaporte irlandés". Aunque todas las miradas apuntan al Mosad, Israel guarda silencio. Así es por regla general. El ministro de Exteriores, Avigdor Lieberman, justificó ayer el mutis hebreo apelando a la "política de ambigüedad" que el país aplica tanto en lo que se refiere a las operaciones del Mosad como en todo lo relacionado con el arsenal nuclear israelí. "No hay ninguna razón para pensar que ha sido el Mosad israelí y no cualquier otro servicio de inteligencia", subrayó Lieberman con firmeza.

En la prensa, sin embargo, hay quien ha criticado con dureza la operación por considerar que viola otra vez la soberanía de países aliados y por ponerles en evidencia. "La anticipada crisis diplomática no es con Dubái, sino con los países cuyos pasaportes emplearon los asesinos", escribió ayer Amir Oren en el diario israelí Haaretz . En su columna, Amir Oren pedía la dimisión del jefe del Mosad, Meir Dagan, tras definirlo como "pensionista beligerante y tosco".

Mientras, los siete israelís suplantados por los supuestos autores del crimen se desayunaron el martes con sus nombres entre la lista de los 11 sospechosos del asesinato de Dubái. Todos están indignados o asustados.