El Reino Unido entregó hoy a España al marroquí Farid Hilali, reclamado por la Justicia española en relación con los atentados del 11 de septiembre de 2001 (11-S) en Estados Unidos. Hilali, de 39 años, partió hacia territorio español desde la base de la Fuerza Aérea Británica (RAF) de Brize Norton, a las afueras de Londres, según confirmó Scotland Yard, sin precisar el tipo de vuelo en el que el sospechoso abandonó el país.

La entrega se produce después de que el 30 de enero pasado los jueces de la Cámara de los Lores, la máxima instancia judicial británica, dieran la razón a las autoridades españolas, lo que allanaba el terreno para la extradición. Los jueces lores se pronunciaron a favor de un recurso interpuesto por España contra un fallo del Tribunal Superior de Londres que dispuso en abril de 2007 una orden de "habeas corpus" para el marroquí, por considerar que su detención fue arbitraria e injustificada.

El procedimiento de "habeas corpus" hubiera dado derecho al detenido a recurrir la legalidad de su arresto. En su fallo de enero pasado, los jueces lores establecieron que Hilali sería extraditado únicamente en relación con el delito de conspiración para cometer asesinatos en EEUU, causar daños materiales o poner en peligro la seguridad de los aviones. Consideraron, además, que no había razón "de ningún tipo" para pensar que Hilali no tendría un juicio justo en España.

Tras agotar todas las instancias judiciales en el Reino Unido, la defensa del sospechoso recurrió ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, con sede en Estrasburgo, y el recurso "sigue su curso", según confirmó hoy a Efe la abogada del sospechoso, Muddassar Arani. Esa circunstancia no impide que pueda llevarse a cabo la extradición, añadió la letrada, que aseguró que ahora comienza en España una nueva batalla legal. El marroquí fue detenido en 2004 en aplicación de una orden europea de arresto cursada en su día por el juez español Baltasar Garzón.

Los argumentos españoles

El requerimiento de España se basa en una sospecha de que el marroquí telefoneó a Imad Eddin Barakat Yarkat, alias "Abu Dahdah", cerebro de la célula de Al Qaeda desarticulada en España, semanas antes de los atentados del 11-S, que causaron más de 3.000 muertos. En junio del 2005, un juez británico autorizó su entrega a España, pero el marroquí decidió apelar al Tribunal Superior de Justicia, que en mayo del 2006 confirmó su extradición.

Al no ser autorizada a recurrir a los Lores, la defensa solicitó una orden de "habeas corpus" para Hilali, que fue concedida por el Tribunal Superior en abril pasado, fallo judicial precisamente contra el que apelaron las autoridades españolas. Sus abogados criticaron como ilegal y arbitrario que Hilali siguiera en prisión tras el fallo de junio del 2006 del Tribunal Supremo de España, que rebajó de 27 a 12 años la pena de cárcel impuesta por la Audiencia Nacional a "Abu Dahdah".

La Audiencia Nacional basó su condena en el hallazgo en un piso de la ciudad alemana de Hamburgo donde estuvo Mohamed Atta, uno de los pilotos suicidas del 11-S, de una agenda con el teléfono de "Abu Dahdah" y en el contenido las conversaciones telefónicas con Hilali. En su sentencia, el Supremo consideró que de ambas pruebas no puede concluirse que "Abu Dahdah" conociera "los planes sobre los inminentes y graves atentados terroristas" y "menos aún" que tuviera "una participación directa y consensuada para preparar su comisión". El fallo de los Lores puso fin al periplo de cuatro años por los tribunales del Reino Unido de Hilali, que durante ese periodo estuvo detenido en varias cárceles de máxima seguridad.