Una media docena de tanques del Ejército británico derribaron anoche los muros de la prisión de Basora para liberar a dos soldados arrestados el día después de un tiroteo con la policía iraquí. Fue el último capítulo de una jornada caótica en esta ciudad que empezó con la detención de los dos militares y acabó en una revuelta popular contra las tropas del Reino Unido.

Según una fuente del Ministerio de Interior iraquí, los blindados derribaron los muros de la prisión para que un grupo de militares entraran y liberaran a sus compañeros. Docenas de presos iraquís aprovecharon y escaparon.

Los militares liberados habían sido arrestados por la mañana. Según los testigos, el incidente empezó cuando una patrulla iraquí se acercó al turismo. "Un policía se les acercó y uno de ellos le disparó", dijo un miembro del Gobierno provincial.