El Gobierno británico ha propuesto este martes un acuerdo interino con la Unión Europea (UE) para crear una unión aduanera que permita mantener la libre circulación de mercancías una vez se haya producido el 'brexit' (la salida del Reino Unido de la UE), durante al menos dos años, mientras se negocian futuros acuerdos comerciales. La propuesta, anunciada por el ministro británico para el 'brexit', David Davis, que hizo público un documento sobre la cuestión, fue recibida con frialdad en Bruselas.

"El Reino Unido es el mayor socio comercial de la UE y, por tanto, va en interés de ambas partes que alcancemos un acuerdo sobre nuestra relación futura", ha señalado Davis. "El Reino Unido parte de una posición fuerte y confiamos en obtener un resultado que será bueno para los negocios aquí y en toda la UE", ha añadido.

La respuesta más contundente desde Bruselas llegó de la mano de Guy Verhofstadt, eurodiputado liberal y coordinador del Parlamento Europeo para la cuestión del ‘brexit’. Verhofstadt tildó de "fantasía" la propuesta británica. "Estar fuera y dentro de la unión aduanera y las 'fronteras invisibles' es una fantasía. Primero necesitamos garantizar los derechos de los ciudadanos y el acuerdo financiero", ha señalado el diputado europeo a través de Twitter.

Más ponderada pero no menos escéptica fue la respuesta de la Comisión Europea, la institución encargada de negociar el divorcio con Londres en nombre de los 27 países restantes de la UE. Un portavoz señaló que la Comisión "tomaba nota" de la propuesta y "la estudiaría" pero añadió que la UE "no abordará la cuestión del período de transición" hasta que no se hayan producido "suficientes avances" en las cuestiones sustanciales del 'brexit'.

La Comisión reitera así la posición que fue adoptada por los estados miembros, que han fijado tres grandes cuestiones como prioritarias en la negociación: la situación de los ciudadanos de la UE residentes en el Reino Unido tras la salida de Londres del club comunitario, la factura del 'brexit' (o sea, la cantidad que Gran Bretaña deberá abonar a la UE para formalizar el divorcio) y la cuestión de la frontera entre Irlanda y la actual provincia británica de Irlanda del Norte.

"Como Michel Barnier [el jefe negociador de la UE] ha dicho en múltiples ocasiones, no es posible un 'comercio sin fricción' fuera del mercado único y la unión aduanera", ha subrayado el portavoz de la Comisión, quien ha insistido en que la futura relación entre ambas partes solo podrá ser finalizada una vez que el Reino Unido se haya convertido en un país tercero". La salida del Reino Unido de la UE debe materializarse en marzo de 2019.

En cualquier caso, la Comisión se felicitó de la publicación de nuevos documentos por parte del Gobierno británico fijando las posiciones de Londres en la negociación y consideró que ello constituye "una etapa positiva" que permitirá "realmente comenzar la fase 1 de las negociaciones y avanzar". Londres tiene previsto publicar el miércoles su posición sobre la cuestión irlandesa.

¿EL MODELO TURCO?

Los países que forman parte de la unión aduanera de la UE no pueden negociar individualmente acuerdos comerciales bilaterales con terceros países ya que es el bloque comunitario quien subscribe dichos acuerdos para el conjunto. La propia primera ministra británica, Theresa May, había afirmado que el 'brexit' supone que el Reino Unido debe abandonar la unión aduanera para poder negociar acuerdos con EEUU y otros países.

Existe sin embargo una excepción. En 1995, Turquía alcanzó un acuerdo de unión aduanera con la UE limitado prácticamente a los productos industriales (los agrícolas quedaron excluidos) que le permite no obstante firmar acuerdos comerciales bilaterales con otros países. Fue una forma de apaciguar las ansias turcas en el momento de mayor presión para el ingreso de Turquía en la UE cuando algunos de los grandes países comunitarios, con Francia a la cabeza, se oponían. Turquía fue declarada oficialmente candidata en 1999 aunque los avances en la negociación han sido prácticamente nulos.