Las bandas callejeras, un problema en el Reino Unido, reclutan cada día nuevos miembros entre los adolescentes británicos. Solo en la capital, la policía tiene identificados 170 grupos delictivos y una cuarta parte de ellos están implicados en asesinatos. El Ministerio del Interior, en colaboración con la policía y varias organizaciones vecinales, ha publicado una guía dirigida a los padres para ayudarles a detectar si sus hijos han caído en una de esas redes delictivas.

La ola de apuñalamientos mortales ha desatado la alarma ciudadana. Los propios padres ignoran muchas veces que sus hijos adolescentes han ingresado en una banda. Cuando se enteran, suele ser demasiado tarde. "A todos los padres les preocupa la seguridad de sus chicos y necesitan apoyo para ayudarles", señaló la ministra del Interior, Jacqui Smith, durante la presentación de la guía. Algunos cambios de comportamiento, como comenzar a utilizar nuevas palabras de argot, "la posesión inexplicable de objetos nuevos y dinero", el uso de "un nuevo apodo", "un cambio de apariencia con la adopción de un estilo particular que recuerde a un tipo de uniforme o el uso de un pañuelo, o la aparición de "heridas inexplicables" son algunos de los signos de alerta que deberían ser tenidos en cuenta por los padres.

El folleto, del que se han distribuido 30.000 copias en Londres, Liverpool, Manchester y Birmingham, explica cómo los jóvenes se introducen en una banda para buscar sensaciones excitantes, o bien protección y dinero a través de métodos delictivos. También aconseja recurrir a alguna organización juvenil local cuando los padres descubran que alguno de sus hijos ya es un miembro de una banda. Pero un responsable de este tipo de organizaciones, Shaun Beiley, cree que "cuando se ven esos signos ya es demasiado tarde". Beiley cree que lo más importante es "hablar con el chico, saber dónde está y si vuelve directamente a casa desde el colegio".