Gran Bretaña considera "imposible y sin sentido" la adopción por los estados miembros de la Unión Europea (UE) de una política de defensa común, sobre todo tras las divisiones creadas por la guerra a Irak, según declaró el secretario de Estado británico para Asuntos Europeos, Denis MacShane. En un encuentro con la prensa extranjera, MacShane concluyó que la idea de una defensa común "ya no puede estar sobre la mesa", informa Efe.

Estas declaraciones se producen en plena elaboración de la Convención Europea, en la que se propone elegir un ministro de Exteriores, y varias semanas después de que Francia, Alemania, Bélgica y Luxemburgo impulsarán la creación de una defensa europea al margen de la OTAN.

"No tendría ningún sentido que un supuesto ministro de Exteriores europeo indicara a cada país lo que tiene que pensar o hacer en cada tema", dijo MacShane, para quien los Estados "deben conservar su identidad y poder defender sus posturas".

"Pruebas nucleares en el Pacífico, la soberanía de Gibraltar, el Frente Polisario... son cuestiones, si bien menores, en las que los miembros difieren, y eso no lo va a arreglar una política común", citó el político británico. MacShane piensa que no sólo la crisis de Irak provocó --y aún provoca-- divergencias en la Unión Europea.

TRABAJO CONJUNTO

En Bruselas, la UE y la OTAN acordaron ayer crear un grupo de trabajo para impulsar proyectos de mejora de sus capacidades militares y responder a las nuevas amenazas sobre seguridad. Este grupo se reunirá la próxima semana en Bruselas. Los ministros de Defensa de los Quince intentarán impulsar el proceso de mejora de la cooperación militar, muy rezagado, en una reunión el día 19.