La anulación de las leyes de obediencia debida y punto final y de los indultos otorgados por el presidente Carlos Menem en 1990 a los exjefes militares permitió reiniciar los juicios por violaciones a los derechos humanos. Ya se han impartido condenas históricas, entre ellas a los generales Antonio Bussi y Luciano Menéndez, pero aún no se ha podido avanzar en causas centrales, como las de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).