La buena relación que emanó del primer encuentro celebrado el sábado entre Barack Obama y Luiz Inácio Lula da Silva confirma la apertura de una nueva etapa en la relación entre Washington y el Cono Sur, en la que el presidente brasileño se confirma como interlocutor de la zona para la nueva Casa Blanca.

A pesar de que la crisis y las relaciones comerciales bilaterales fueron los dos temas que dominaron durante la primera rueda de prensa conjunta de los dos mandatarios, Lula detalló que durante su encuentro privado pidió a Obama que Estados Unidos "tenga un papel de colaborador pero no de fiscal" con respecto a América Latina. El líder brasileño le instó, además, a aprovechar "una oportunidad histórica" con el fin de establecer una relación "de confianza y no de injerencia", libre de "proteccionismos comerciales".

Lula animó también a Obama a promover un acercamiento con Venezuela, Cuba y Bolivia, tres países con los que las relaciones de EEUU se tensaron de manera extrema durante el mandato de Bush. "Es preciso que EEUU comprenda que América Latina vive una experiencia de crecimiento, una experiencia muy rica de ejercicio de la democracia", aseguró Lula.

DIFERENCIAS IMPORTANTES Precisamente es en algunos temas económicos donde, a pesar del tono amigable entre Obama y Lula, siguen existiendo algunas diferencias importantes. En este sentido, el presidente estadounidense no dio muchas esperanzas a Lula sobre el posible levantamiento a las barreras al etanol brasileño.