El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, logró ayer el apoyo de su homólogo francés, Jacques Chirac, a la idea de establecer una tasa internacional sobre la ventas de ciertos tipos de armas y transacciones financieras, y destinar ese dinero a la lucha contra el hambre. Un grupo de técnicos brasileños y franceses y de otros países interesados estudiarán su viabilidad.

El apoyo de Chirac se hizo efectivo en una cumbre en Ginebra en la que también participaron el presidente chileno, Ricardo Lagos, y el secretario general de la ONU, Kofi Annan. Los cuatro dirigentes firmaron una declaración con el compromiso de "trabajar juntos para promover una mayor cooperación internacional e incrementar la disponibilidad de recursos para enfrentar los desafíos económicos y sociales del mundo contemporáneo".