La policía iraní detuvo el pasado sábado a al menos 30 mujeres que participaban en una protesta pacífica y silenciosa en el centro de Teherán, según denunciaron ayer varias webs de la oposición y organizaciones de derechos humanos. Las arrestadas forma parte del movimiento Madres en Duelo, mujeres que exigen al régimen iraní explicaciones de la muerte, desaparición o encarcelamiento de sus hijos, todos miembros de la oposición que participaron en las manifestaciones posteriores a las polémicas elecciones del pasado junio.

La acción policial se llevó a cabo por la tarde en el parque Laleh, lugar donde las madres se reunen cada sábado. Un centenar de policías y milicianos islámicos vestidos de civil, los basiyis , dispersaron "con extrema violencia e insultos", según un testigo, a las cerca de 70 mujeres concentradas y a las detenidas las obligaron a subir a varios furgones policiales. "Una mujer de unos 75 años hubo de ser trasladada a un hospital", dijo la página web Jaras.

"Ninguna cultura permite este tipo de violencia contra madres", escribió ayer Hadi Ghaeimi, portavoz de la Campaña Internacional para los Derechos Humanos en Irán, en la página web de la organización, "¿Cómo puede un Gobierno que dice tener moral y autoridad religiosa tratar de esta manera a madres que han perdido a sus hijos?", se preguntó la activista

SIMBOLO DE LA REVUELTA El grupo Madres en Duelo se constituyó el pasado junio, mes de las elecciones y del inicio de las protestas. Se formó tras la muerte de Neda Agha-Soltan, la joven que recibió un disparo en el pecho en una de las manifestaciones y que se ha convertido en el símbolo de la revuelta.

Desde que estalló la crisis, la mayor que sufre Irán en los 30 años de República Islámica, al menos 44 personas han muerto, según el Gobierno, más de 80 según oposición, y miles de opositores han sido detenidos.