Las Madres de Plaza de Mayo, que todos los jueves desde 1977 se han manifestado para exigir justicia por los crímenes de la dictadura militar argentina (1976-1983), celebraron ayer su última y 25 Marcha de la Resistencia, de 24 horas. "Siempre hemos marchado contra el poder, contra los que nos engañaron, nos traicionaron. Hoy, el presidente, Néstor Kirchner, es un amigo de las Madres, que está haciendo muchas cosas que no esperábamos ver", afirmó Hebe de Bonafini, presidenta de la asociación que se convirtió en el símbolo de la resistencia contra la dictadura y contra presidencias democráticas que no cumplieron con las aspiraciones sobre derechos humanos.

Bonafini sumó ayer 1.500 jueves consecutivos de protestas en la céntrica plaza de Mayo bonaerense, donde se encuentra la Casa Rosada, sede de la presidencia.