Con los nombramientos de su segundo mandato, el presidente estadunidense, George Bush, está demostrando la intención de culminar su programa ultraconservador.

Pero la personalidad de John Bolton es demasiado áspera incluso para muchos de sus correligionarios republicanos, a los que les asusta el carácter intolerante, prepotente y arrogante del que ha designado el presidente para ejercer el puesto diplomático que mejor representa la imagen de Estados Unidos ante el resto del mundo. Un hombre visceralmente opuesto a las Naciones Unidas. ¿Es ése el ejemplo que la Casa Blanca quiere darnos?

*Periodista.