Un tribunal de Bamako (capital de Malí) condenó el jueves a nueve meses de prisión a cuatro presos islamistas relacionados con el secuestro del ciudadano francés Pierre Camatte. Como los reos llevan más tiempo en la cárcel, su salida será inminente. Esta era precisamente una de las exigencias de la rama más dura de Al Qaeda en el Magreb Islámico para dejar en libertad al rehén, por lo que la medida es una buena noticia para los tres voluntarios españoles que permanecen secuestrados por otra célula de la misma organización desde el 29 de noviembre.

Fuentes próximas a los negociadores aseguraron que el ciudadano francés "podría salir del refugio de los terroristas este domingo o en los próximos días", después de que el Gobierno maliense recurriese a la fórmula camuflada del juicio para soltar a los cuatro islamistas retenidos en la prisión de Kati.

PRESION DIPLOMATICA Al Qaeda puso como condición su excarcelación para mantener con vida a Camatte, petición a la que finalmente accedieron los ejecutivos de Malí y de Argelia presionados por Francia tras una semana de alta tensión diplomática. "No es la primera vez que estos países responden a las exigencias de los terroristas. Lo hicieron con los rehenes canadienses", asegura Adam Thiam, antropólogo y redactor del periódico La République. Bamako nunca ha admitido oficialmente que cediese al chantaje de los salafistas.

La visita sorpresa a la capital maliense, el domingo pasado, del ministro de Asuntos Exteriores francés, Bernard Kouchner, permitió desencallar la situación de Camatte. Y ahora se cree que la resolución de este secuestro acelerará las negociaciones para la puesta en libertad de Albert Vilalta, Roque Pascual y Alicia Gámez. La evolución del caso de los tres cooperantes de Barcelona Acció Solidària "es muy positiva", aseguraron a esta corresponsal fuentes próximas a los mediadores. "Solo hay que darles tiempo para que acaben de hacer su trabajo".

El interlocutor para liberar a los voluntarios catalanes, Iyad ag Ghoyi, y el enviado especial para el caso francés, Baba Ould Cheik, regresarán mañana al refugio de Al Qaeda para "traer con vida a Camatte", confirmaron varios notables árabes. La célula que retiene a Vilalta, Pascual y Gámez y la de Camatte pertenecen a líderes diferentes, aunque el jefe es el mismo en ambos casos: el argelino Abdul Hamid, que desde su jaima en el Sahel controla las operaciones de unos 300 integrantes de la organización.