El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, vaticinó ayer "desastrosas consecuencias" para la región y el resto del mundo si continúa el flujo de armas, dinero, terroristas suicidas y fatuas alentando el odio en Irak. En su discurso ante la Asamblea General de la ONU, pidió a la comunidad internacional que apoye a su país para lograr la paz.

"La reconciliación nacional es más fuerte que las armas del terrorismo. Esperamos que nuestros vecinos se den cuenta de que no les interesa un Irak débil", subrayó Maliki, quien destacó que los terroristas están atacando ese "nuevo Irak con cientos de partidos y organizaciones sociales activas".

Maliki se reunió el martes con George Bush y, según fuentes iraquís, el mandatario estadounidense presionó para avanzar en las leyes y reformas clave para la reconciliación nacional.