El presidente de EEUU, George Bush, defendió ayer al general Ricardo Sánchez, vinculado por algunos oficiales con las torturas. El Pentágono, que anunció el martes que lo reemplazará como jefe de las tropas de EEUU en Irak, descartó que fuera por los abusos. "Rick Sánchez ha hecho un trabajo fabuloso, su servicio ha sido ejemplar", declaró Bush, que argumentó el cambio por el "largo tiempo" que el militar lleva destacado en el país.

El relevo ha levantado suspicacias. "Hay que ser bastante ingenuo para pensar que los problemas del abuso de detenidos no tienen que ver", dijo el analista militar Loren Thompson.