Nelson Mandela encontró fuerzas en su frágil salud y reapareció ayer en público en el día que Suráfrica recordaba los 20 años de su salida de prisión, lo que significó el principio del fin del régimen del apartheid (segregación racial). Mandela, de 91 años, fue ovacionado a su llegada al Parlamento para escuchar el discurso del actual presidente, Jacob Zuma. "Es un día para celebrar un hito que cambió Suráfrica", dijo el dirigente surafricano.

La jornada de conmemoración comenzó a las puertas de la prisión Victor Verster, en las afueras de Ciudad del Cabo, donde Mandela pasó el último de sus 27 años en prisión. Ahí, desde la estatua del expresidente con el brazo en alto, partió una comitiva que recorrió a pie el mismo trayecto que el 11 de febrero de 1990 realizaron Mandela y su exesposa Winnie camino de la libertad. Ni él ni ella participaron en este paseo de homenaje. Según contó el nieto de Mandela, Mandla, la familia se aseguró de que descansara durante el día para que pudiera acudir fresco al acto del Parlamento, donde fue recibido por las autoridades del país. Lo hizo acompañado de su actual esposa, la tercera, Graca Machel. Su delicada salud le ha mantenido recluido en los últimos años.

ELOGIOS DE DESMOND TUTU "Mandela --dijo Zuma-- unió al país bajo el objetivo de una sociedad próspera, no racista y no sexista". Zuma aprovechó la ocasión para subrayar los esfuerzos gubernamentales para salir de la crisis. "Los indicadores económicos sugieren que estamos dejando atrás la crisis. La actividad económica está al alza y esperamos que el crecimiento se mantenga en el futuro".

Pero la estrella del día era indudablemente Mandela, que recibió los más encendidos elogios. Como el del arzobispo y premio Nobel de la Paz, Desmond Tutu. "El día de la liberación de Mandela marcó el principio del fin de la indignidad". Y añadió: "Si realmente queremos avanzar debemos recuperar todos el espíritu de aquel día". H