Mientras Brown comparecía en la Cámara de los Comunes, miles de personas --estudiantes, sindicalistas y pacifistas-- se manifestaban ante el Parlamento pidiendo la retirada total de las tropas británicas de Irak. La legislación introducida en su día por el exprimer ministro Tony Blair prohíbe las manifestaciones a las puertas del palacio de Westminster.

Sin embargo, la policía optó finalmente por autorizar la marcha, lo que fue celebrado como un triunfo de "la libertad y la democracia". "Si Brown trata de suprimir el derecho de los británicos a protestar, no vamos a consentirlo", señaló la militante antinuclear Kate Hudson.