Kühlungsborn Todo el despliegue policial y los controles no impidieron ayer que hasta 10.000 militantes altermundistas llegaran a la valla de seguridad de casi 12 kilómetros que rodea Heiligendamm, donde se desarrolla la cumbre del G-8. Allí lograron bloquear distintas rutas de acceso al complejo. El único suceso grave se produjo cuando los manifestantes intentaron forzar la valla y la policía les repelió con cañones de agua, porras y gases lacrimógenos (foto).