--¿Cuáles son los proyectos de MSF en Zimbabue?

--Tenemos una misión en Bulabayo, una ciudad de un millón de habitantes, donde cubrimos 12 centros de salud, en los que tratamos a 15.000 pacientes con VIH, 10.000 de los cuales están sometidos a tratamiento antirretroviral. En nuestro segundo proyecto, en Tsholotsho, un distrito rural, cubrimos 4.000 pacientes, 2.300 de ellos bajo régimen antirretroviral. El tercero se encuentra en Beitbridge, en la frontera con Suráfrica, donde se acumula una numerosa población itinerante, emigrantes que huyen del caos económico hacia Suráfrica. Aquí apoyamos al sistema de salud local porque las estructuras están colapsadas, tratando a los emigrantes y a mujeres, muchas de ellas víctimas de la violencia.

--¿Cuántos españoles trabajan en MSF en Zimbabue?

--Trabajan para la sección española de MSF en Zimbabue 14 expatriados, siete de los cuales son españoles.

--¿Cómo afecta el caos actual a la situación humanitaria?

--Una hiperinflación del 1,6 millones por ciento hace que con los presupuestos del Ministerio de Sanidad, al cabo de dos meses no haya ni para comprar pipas. No hay dinero para medicinas, para el personal, ni para el transporte de medicinas. La falta de recursos del sistema sanitario que, por cierto, funcionaba en el pasado relativamente bien, combinado con el alto porcentaje de casos de infección por VIH, es el problema más grave al que se enfrenta el país. Tenga en cuenta que, según datos oficiales, un 15,6% de la población esta infectada del virus del VIH.

--¿Qué otros problemas humanitarios se vislumbran por la descomposición económica del país?

--La inseguridad alimentaria. La próxima cosecha es en unos meses, y la FAO advierte de que, en este periodo, unos cinco millones de personas van a necesitar para sobrevivir ayuda alimentaria de emergencia porque no podrán valerse por sí mismos. Estamos hablando de la mitad de una población de 10 millones.

--El Gobierno de Robert Mugabe ha restringido las actividades de las oenegés. ¿Cómo es posible que MSF mantenga sus proyectos a pleno rendimiento?

--Es cierto que las restantes oenegés, aunque no han abandonado el país, no son por el momento operativas. MSF ha obtenido una autorización especial para trabajar en Zimbabue. El problema es que hay una confusión política tremenda y muchas oenegés no saben a quién dirigirse para obtener los permisos. Otras, por seguridad, han decidido evacuar a sus expatriados.