NACIMIENTO MADRID, 1935

ESTUDIOS DERECHO Y DIPLOMACIA

TRAYECTORIA MILITANTE DE UCD Y PP Y MINISTRO DE EXTERIORES. PARTICIPA EN LA COMISION INDEPENDIENTE SOBRE TURQUIA

Marcelino Oreja Aguirre, exministro de Exteriores y miembro de la Comisión Independiente sobre Turquía (ICT) que monitoriza las negociaciones de adhesión a la UE, constató, tras un viaje de trabajo a Turquía, la voluntad reformista del Gobierno de Recep Tayyip Erdogan y expresó la buena impresión que le causó el nuevo presidente, el islamista moderado Abdulá Gül.

--¿Cómo valora la situación actual de Turquía?

--Me recuerda mucho a lo que sucedió en España durante la transición, sobre todo en esa inquietud de que las cosas no avanzan suficientemente deprisa. Todo esto forma parte de la incertidumbre propia de un proceso de cambio, y lo importante es que quienes lo dirigen tengan la determinación de llegar hasta el final. La transición hacia un sistema totalmente democrático no es cosa de un día, sino que es un proceso. Lo importante es ver si va en la dirección correcta, y en el caso de Turquía creemos que es así. Tanto el presidente como el primer ministro tienen la determinación de caminar por la línea marcada (por la UE).

--¿Qué relación hay entre la ICT y la adhesión turca a la UE?

--En el 2004 concluimos que Turquía cumplía las condiciones para abrir las negociaciones de adhesión. Sabemos que el proceso será largo: España tardó nueve años y tenía un nivel económico, social y político superior al de la Turquía actual. Ahora que las negociaciones están en marcha hemos querido saber cómo van y la impresión que hemos tenido es que el proceso sigue adelante, aunque haya algunas dificultades.

--¿Cuáles son esas dificultades?

--En primer lugar, los militares deben someterse al poder civil. Esto debe quedar muy claro en la nueva Constitución: no hay más que un poder, el poder democrático. Y en segundo lugar, el laicismo. Un régimen democrático debe ser un régimen laico, lo cual no quiere decir que no haya un espacio, no solo privado sino también público, para las manifestaciones religiosas (actualmente en Turquía la religión se circunscribe al ámbito privado). La libertad religiosa es un ingrediente más de la libertad. Igual que se hizo en España con el artículo 16 de la Constitución en el que se reconoce un estatus especial para una de las religiones, aunque desde la aconfesionalidad del Estado. Pero cuestiones como el uso del velo no son los principales problemas. Lo que me preocupa más es el sometimiento al poder militar.

--¿Cómo ve el futuro de la democracia en Turquía?

--En España es difícil de explicar la contradicción de Turquía: hay un poder militar laico al que se contrapone un poder democrático islamista. Esta contradicción tiene que terminar con la imposición del poder civil sobre el militar y la preeminencia de un laicismo que respete la religión. La transición suele ser una larga paciencia. En España es difícil señalar cuando comenzó la transición, pero aún lo es más decir cuando terminó.