"Dios quiera que esta vez salga todo bien". La hora que María Fernanda Perdomo y su hermana Patricia estaban esperando parece estar más cerca que nunca. Su madre, la congresista del Partido Liberal Consuelo González, es una de las tres rehenes cuya liberación han anunciado las FARC. "Estamos listas para ir a buscarla donde Hugo Chávez diga", asegura María Fernanda Perdomo.

--¿Qué dice el Gobierno?

--Que hay que tomar las cosas con prudencia. Pero ya sabemos: entre las FARC y el presidente Alvaro Uribe no hay empatía. Fueron las FARC las que dieron el paso para mostrar su rechazo a la decisión de Uribe de anular la gestión de Chávez. Dijeron que los entregarán como un "gesto de desagravio" al residente venezolano.

--¿Tienen alguna información adicional al comunicado?

-No, nada. Imagínese el impacto al enterarnos: la posibilidad de reencontrarnos con nuestra madre, de quien no tenemos pruebas de vida desde el 2003, era algo muy lejano. Ahora hay esperanzas. Es la primera ventana que se abre, y puede ayudar a que todos los secuestrados regresen a sus casas.

--¿Cuál sería el próximo paso?

--En principio esperaremos que regrese de Washington la senadora Piedad Córdoba, que participaba de la gestión mediadora de Chávez.

--Ella acaba de denunciar que fue amenazada por un funcionario del Gobierno colombiano...--Ojalá que eso no sea cierto: sería terrible.

--Ahora el balón quedó en el terreno del Gobierno...