Censura, secuestros, persecución, multas millonarias. La prensa marroquí se enfrenta en las últimas semanas a episodios de este calibre. El desasosiego es creciente en los medios de comunicación, especialmente entre los periodistas independientes.

Entre las últimas víctimas se encuentra Alí Anuzla, director del periódico arabófono Al Yarida Al Ula , que ayer volvía a declarar ante la justicia acusado de dar "falsas informaciones" sobre la enfermedad del rey, Mohamed VI. Según el artículo 42 del código de la prensa, Anuzla podría purgar hasta un año de cárcel y pagar una multa de unos mil euros. "Estamos en plena involución en materia libertad de expresión", dijo.

El diario podría tener los días contados, ya que sobre Alí Anuzla pesa otro proceso pero, esta vez, por "dañar públicamente" a Muamar Gadafi. El juez condenó al diario a pagar 100.000 euros al líder libio. Anuzla sostiene que el Estado ha diseñado una estrategia a golpe de multas para hacer desaparecer a los medios "molestos". Otro diario arabófono, Al Khabar Al Youm , está cerrado desde hace más de una semana.