La supuesta apertura política que abanderó el rey Mohamed VI cuando llegó al trono en 1999 parece haberse quebrado en solo una semana echando un cerrojazo informativo sin precedentes en el territorio del Sáhara Occidental. Tanto para los medios nacionales como para la prensa española, que ha pasado a ser calificada de "adversaria política". En un comunicado publicado la noche del sábado, el Gobierno marroquí acusó a los medios españoles de faltar a la verdad al informar sobre los sucesos de El Aiaún. El ministro de Comunicación, Khalid Naciri, denunció la deriva "racista y odiosa" en la que han caído algunos medios españoles. B. MESA