Al menos 109 niños han muerto a causa de las inundaciones y las avalanchas que se han producido en la localidad de Regent, cercana a Freetown, la capital de Sierra Leona. Forman parte de los más de 400 muertos que ya se contabilizan a causa de este desastre. Unicef ha alertado este jueves que se espera que la cifra de muertos siga aumentando puesto que más de 600 personas, muchas de ellas menores, siguen desaparecidas.

"La magnitud del daño no tiene precedentes", ha afirmado El-Bashir Ibrahim, representante de esta agencia de la ONU en Sierra Leona. Ibrahim ha remarcado que los niños se han quedado sin hogar, "aterrados y vulnerables", y ha insistido en que se debe hacer lo posible para "protegerlos de las enfermedades y la explotación".

Tras la catástrofe, la situación en Sierra Leone es crítica, y el nivel de alerta, elevado. Muchas fuentes de agua están contaminadas y las redes de suministro han quedado dañadas, por lo que se están habilitando tanques de almacenamiento de agua para distribuirla entre las personas desplazadas con el objetivo de prevenir brotes de enfermedades transmitidas por el agua.

5.000 DESPLAZADOS

Ben Munson, miembro sobre el terreno de la oenegé Street Child, ha explicado a EL PERIÓDICO que la situación es "muy mala". Hay 5.000 personas que se encuentran desplazadas y se espera que la cifra vaya aumentando. Una de ellas es Fatnata, una mujer de unos 30 años, que según explica Munson al principio ni comía ni decía nada. Al cabo de unos días empezó a hablar, pero solo para decir una cosa: "Mi marido y mis hijos estan muertos".

La magnitud de este desastre natural ha superado la capacidad del Gobierno del país, que ha pedido ayuda a la comunidad internacional. "Comunidades enteras han sido arrasadas. Necesitamos ayuda urgente ahora", ha dicho el presidente, Ernest Bai Koroma. La Oficina de Seguridad Nacional de Sierra Leona (ONS) estima que más de 3.000 personas han perdido su hogar. El área afectada por las inundaciones está en una zona donde se habían construido numerosas viviendas ilegales que no contaban con los permisos necesarios.

AYUDA INTERNACIONAL

La Unión Europea ha desbloqueado este miércoles un primer paquete de ayuda de 300.000 euros para las víctimas más vulnerables de las inundaciones en Sierra Leona, donde las lluvias torrenciales y los derrumbes de esta semana han devastado la zona más próxima a la capital del país, Freetown. Munson ha advertido que "no hay comida, ni agua potable ni ropa", y ha reclamado la llegada de más ayuda internacional.

Las fuertes lluvias torrenciales que cayeron la madrugada de este lunes sobre el país provocaron inundaciones y desprendimientos de una montaña en la localidad de Regent, que "cubrió las casas de la zona", ha explicado Ben Munson.

"Estábamos durmiendo cuando escuchamos el ruido de una de las paredes cayendo. Cuando nos despertamos, la casa entera estaba inundada", relató a la agencia Reuters Salimatu Bangura, una mujer de 36 años. Ella logró escapar pero su hermano murió.