Más de 2.000 personas han pasado la noche atrapadas en el túnel bajo el Canal de la Mancha después de que cuatro trenes de la línea Eurostar --que une Londres, Bruselas y París--, se hayan averiado debido al mal tiempo, que ha causado un brusco cambio de temperatura entre los niveles bajo cero en el noroeste de Francia y el ambiente más cálido en el interior del subterráneo, según el portavoz de Eurostar, Bram Smets.Los afectados que viajaban en los trenes que salieron del continente a última hora de la tarde con dirección a Londres, en un viaje que dura dos horas y media, pero no llegaron a la capital británica hasta las 8 horas en España, unas 12 horas después de lo previsto.

Numerosos pasajeros que han quedado atrapados han declarado a la prensa británica que han recibido muy poca información de lo que estaba ocurriendo, que el calor ha sido insoportable en el interior de los vagones y que la gente ha pasado hambre y sed.El británico James Brownell ha manifestado a la BBC que no se les ha ofrecido ni agua ni comida, y que no ha habido información: "Ha sido muy frustrante, no teníamos ni idea de lo que estaba pasando". "Había bebés y han sido unas 12 horas horribles", ha dicho.

Seguirá el mal tiempo

El túnel continúa cerrado, por lo que cientos de personas esperan en Francia a que se reanude el servicio y otras tantas aguardan en Folkestone, en la entrada en el lado inglés, ser transportadas en otros trenes hasta su destino final. La compañía ha pedido a quienes tengan billetes para viajar hoy que pospongan su viaje ya que no se espera que la situación se normalice hasta pasados algunos días.En las últimas 24 horas el sureste de las islas británicas y el noroeste de Francia han tenido fuertes nevadas y la previsión meteorológica indica que las precipitaciones continuarán.

En el lado inglés, en el condado de Kent, la policía ha puesto en marcha una operación especial para aliviar el atasco de los camiones que esperan poder cruzar hasta la costa francesa por el túnel o en un ferry por el Canal de la Mancha. La acumulación de vehículos se ha visto agravada por el cierre del puerto de Calais, en el lado francés.