Una ola de ataques coordinados contra comisarías de policía en las ciudades iraquís de Ramadi, Bagdad, Baquba, Mosul y Faluya han causaddo la muerte de al menos 80 personas. En estas dos últimas ciudades, las tropas estadounideneses y los guerrilleros libran violentos combates. EEUU ha lanzado, además, un bombardeo sobre Faluya, donde muchos habitantes han comenzado a abandonar la ciudad.Al menos cuatro agentes de seguridad iraquís han muerto y otros siete han resultado heridos en la explosión de un coche bomba en un puesto de control en una carretera del sur de Bagdad.El mayor número de víctimas se ha registrado en Bakuba, a unos 60 kilómetros al noreste de Bagdad, donde 19 personas, en su mayoría policías, han fallecido y al menos otras seis han resultado heridas en varios ataques contra comisarías, una de las cuales está en poder de los milicianos. Helicópteros estadounidenses bombardean algunas zonas de la ciudad.Al Jazira eleva a siete el número de policías muertos en Ramadi en ataques similares con granadas.Mosul y FaluyaOtro coche bomba ha hecho explosión junto a la oficina de las aduanas en el sur de Mosul, y ha causado decenas de víctimas, según Al Jazira. Poco después se han oído hasta cuatro explosiones más. Una de ellas ha causado la muerte a siete personas y heridas a una veintena, según Al Jazira. En el centro de la ciudad, las fuerzas estadounidenses se enfrentan a los insurgentes.El mando militar estadounidense ha informado en un comunicado de que en esta ciudad, al menos un soldado estadounidense y un guardia de una compañía de seguridad privada han fallecido, y otros tres soldados y cinco policías iraquís han resultaron han resultado heridos.También en Faluya se ha informado de enfrentamientos y un helicóptero de EEUU ha sido derribado.Fuentes militares estadounidenses han confirmado todos los ataques y los enfrentamientos registrado en Irak, aunque no han dado detalles acerca del número de víctimas civiles.El jordano Abú Mussab al Zarqaui, líder de Al Qaeda en Irak, ha reivindicado esta oleada de ataques contra las fuerzas de seguridad y de ocupación en un comunicado en el que advierten a los iraquís de que "acaten las órdenes de la resistencia y no abandonen sus casas cuando se les pida".