Israel dejó clara ayer su intención de seguir edificando en el 2008 en dos colonias de Cisjordania, en vísperas de una nueva sesión de conversaciones de paz con los palestinos. Los presupuestos del Estado para el 2008 establecen la construcción de 740 nuevas viviendas, según desveló el ministro de Estado, Rafi Eitán, a la emisora de las Fuerzas Armadas.

El presidente palestino, Mahmud Abbás, declaró "no comprender este frenesí en las actividades de colonización en momentos en que hablamos de cerrar las negociaciones".

La propuesta, que debe ser aprobada por el Parlamento, contempla 500 casas en Har Homá. Se trata de un pueblo levantado en la colina de Abu Ghneim, ocupada por 7.000 personas, frente a Belén.

CERCA DE JERUSALEN Las otras 240 viviendas se edificarán en el asentamiento Maalé Adumim, cerca de Jerusalén. Este asentamiento-ciudad tiene ya más de 30.000 habitantes y está a 14 kilómetros al sureste de Jerusalén. En el presupuesto del año pasado, el Gobierno autorizó la construcción de casi 1.000 casas en los mismos asentamientos.

Las autoridades israelís defienden que Maalé Adumim tendrá que quedar bajo su soberanía en cualquier acuerdo de paz con los palestinos, y en cuanto a Har Homá, consideran que es parte integral del Ayuntamiento de Jerusalén, levantado en tierras que se anexionó tras la "guerra de los seis días" de 1967.

El ministro Eitán manifestó: "Siempre hemos dicho que podemos construir en Har Homá, que está dentro de los límites municipales de Jerusalén", establecidos de forma unilateral por Israel en 1967 en un sector anexionado a Cisjordania. Y dijo: "Puede haber problemas para Maalé Adumim, pero queremos seguir con la extensión natural de los grandes bloques" de colonias.

El ministro de Educación, el laborista Yuli Tamir, afirmó que existe un consenso para que ambas colonias "formen parte del territorio soberano de Israel". En cambio, Yariv Oppenheimer, portavoz de La Paz Ahora, alzó la voz contra "la continuación de la colonización, que amenaza las conversaciones de paz".

El argumento que alegan las autoridades israelís es que la edificación de nuevas viviendas en los asentamientos ya existentes obedece a las necesidades de su crecimiento natural. Israel considera a Har Homá un barrio de Jerusalén, que se interpone entre esta última ciudad y Belén.

EXTREMISTAS HEBREOS El primer ministro israelí, Ehud Olmert, se comprometió en la Conferencia de Paz de Annápolis a que su Gobierno no construirá más asentamientos, y también tiene previsto erradicar decenas de "asentamientos ilegales" levantados por extremistas hebreos sin permiso del Gobierno.

La semana anterior, Olmert desmintió las noticias acerca de que el Ministerio de Vivienda se disponía a construir un nuevo asentamiento de 10.000 a 15.000 apartamentos en Atarot, al noreste de Jerusalén.

Olmert también paralizó una licitación para la construcción de 304 apartamentos en Har Homá después de que la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, dijera que ello no contribuirá al proceso de paz. En la cumbre de Annápolis, la Administración estadounidense se opuso a nuevos asentamientos. Ahora Israel vuelve a insistir, ante la visita a Israel y los territorios palestinos del presidente estadounidense, George Bush, prevista para principios de enero.

Las negociaciones de paz entre Olmert y Abbás, tras un estancamiento de siete años, comenzaron a principios de mes y deben continuar al finalizar las celebraciones de la festividad musulmana de Eid el Adha.

El Ministerio de Defensa israelí, por su parte, se dispone a lanzar una campaña para preparar a la población a hacer frente a situaciones de emergencia, en caso de que haya un conflicto.