La alta comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Navy Pillay, ha manifestado que ha recibido denuncias de más de un centenar de muertos en Túnez en las últimas cinco semanas. "Mi oficina ha recibido información sobre más de 100 muertes como resultado de fuego real, suicidios de protesta y los sangrientos motines carcelarios del pasado fin de semana", ha declarado en una rueda de prensa. La alta comisionada ha precisado que "70 de las muertes se debieron a fuego real, siete a suicidios y 40 a los motines".

Pillay ha anunciado que, tras hablar por teléfono con el nuevo viceministro de Asuntos Exteriores de Túnez, ha decidido enviar una misión de expertos para establecer cuáles son las prioridades en el terreno de los derechos humanos.

"Trataremos sobre los detalles de esta misión con el Gobierno interino en los próximos dos días", ha agregado, antes de subrayar que "los abusos a los derechos humanos han estado en el centro de los problemas de Túnez. Por lo tanto, los derechos humanos deben estar en la primera línea de las soluciones a esos problemas".

RESPETO POR LAS PROTESTAS

Pillay ha reiterado su solicitud de que todas las muertes y violaciones a los derechos humanos sean investigadas, y sus responsables, juzgados. En cuanto a las protestas de los ciudadanos que obligaron a huir al que fue dictador del país durante 23 años, Zine el Abidine Ben Alí, Pillay ha mostrado su respeto y apoyo.

"Es esencial que nosotros, la comunidad internacional, demos total apoyo al llamamiento de la ciudadanía a la libertad y total respeto de los derechos humanos", ha destacado. "Esperamos que haya comenzado una nueva era para Túnez en la que las personas puedan vivir libres sin el miedo a ser arrestadas arbitrariamente, detenidas, torturadas o cualquier otra forma de abuso", ha añadido Pillay, que ha dejado claro que la situación en Túnez aún es "extremadamente frágil", por lo que ha insistido en que la comunidad internacional debe permanecer vigilante.