Más de 100 emigrantes procedentes de Libia se dan por desaparecidos cuando se dirigían hacia Italia a bordo de una embarcación. La hipótesis más plausible es que hayan muerto ahogados. Según la Guardia Costera libia, estaban pidiendo socorro desde el miércoles.

Es la primera tragedia migratoria que se produce en el canal de Sicilia desde que la Guardia Costera del país norteafricano ha sustituido de hecho a casi todas las naves de las oenegés, que se han alejado del lugar.

Algunas, como Médicos sin Fronteras, se fueron al no aceptar el código de conducta que imponía Roma (presencia de agentes en las naves) y otras, como Moas y Save the Children porque, después del código italiano, Libia amplió sus aguas territoriales de las 12 millas tradicionales a más de 90, impidiendo cualquier tentativa de acercarse a las costas africanas.

El naufragio del pasado miércoles tuvo lugar frente a la costa de Sabrata, a 40 kilómetros de Trípoli, ciudad en la que en estos días se enfrentan grupos rivales y donde ya se han producido una decena de muertos y 48 heridos.

Según el almirante Ayob Amr Ghasem, portavoz de la Armada libia, en la nave viajaban «más de 100 inmigrantes que han sido dados por desaparecidos».

Por su parte, la Guardia Costera de Zuara (Libia) informó ayer de que las llamadas de socorro se produjeron el miércoles y que han conseguido salvar «algún náufrago», sin precisar el número. El almirante Ghasem admitió que las personas que viajaban «eran más de 120» y que han salvado a «al menos siete».

EL INFIERNO / Con el alejamiento de las naves de las oenegés y el traslado de la vigilancia de la costa a los libios (con lanchas italianas), los flujos de emigrantes hacia Italia habían descendido del 81%, según comunicó el Ministerio del Interior de Roma.

El proyecto del Gobierno italiano que se está llevando a cabo es que los emigrantes no lleguen a salir de Libia, sino que sean retenidos en campos de acogida administrados por las agencias internacionales de la ONU o vinculadas a ella, como OIM, ACNUR y Unicef. Sin embargo, en este período de transición siguen existiendo en el país africano los centros de verdadera reclusión, con palizas, violaciones y explotación laboral, organizados por los traficantes de personas.

Desde que la Guardia Costera libia se ha hecho cargo de interceptar a los emigrantes ha obligado a dar marcha atrás a unas 3.000 personas. Por otra parte, únicamente el pasado fin de semana, las pocas naves de las oenegés que operan en la zona, entre ellas la de Proactiva Open Arms, han trasbordado a las lanchas de la Guardia Costera italiana a 2.000 personas.

Esta onegé lleva dos años trabajando en el Mediterráneo y ha salvado a más de 33.000 refugiados. Proactiva cuenta también con un equipo permanente en el Egeo. Proactiva ha recordado que todo esto ha sido posible gracias «a más de 45.000 donantes y su implicación directa para organizar actos de sensibilización y apoyo a nuestras causas»,

En lo que va de año ya han llegado a Italia 102.000 emigrantes, el 21% menos que en los mismos meses del 2016. Por el contrario, los muertos durante la travesía (5.000 entre Grecia y Europa en el 2016) han aumentado en 2.000, según ACNUR.