Es el secuestro masivo de mayor envergadura perpetrado en Irak desde que estalló la guerra: decenas de hombres armados vestidos con uniformes de la policía asaltaron ayer, a plena luz del día, el Instituto de Investigaciones Científicas de Bagdad, un organismo que depende del Ministerio de Educación Superior --dirigido por sunís--, y se llevaron a punta de pistola a más de un centenar de personas.

Poco después de producirse el secuestro, las fuerzas de seguridad lanzaron una vasta operación para localizar a los rehenes, entre los que hay desde altos funcionarios hasta personal de limpieza del centro, ubicado en la plaza de Al Andalus, en el distrito de Al Karrada. Trece de los rehenes aparecieron horas después en otro barrio de Bagdad.

ASALTO DE 15 MINUTOS El ataque se produjo a primera hora de la mañana. Los asaltantes, que llegaron en varios vehículos, irrumpieron en el edificio de cuatro plantas tras neutralizar a los guardias que lo custodiaban. Tras rastrear todo el inmueble, separaron a los hombres de las mujeres y obligaron a los varones a subir a varios camiones. Después se dieron a la fuga.

Algunos testigos sostienen que todos los rehenes son sunís, extremo que desmintieron las autoridades. Desde que en febrero estalló la guerra entre sunís y chiís, el Gobierno no informa de la identidad de las víctimas para evitar venganzas. El ministro de Educación Superior, Abed Diab al Uyeili, miembro de la principal fuerza parlamentaria suní, dijo que la operación se llevó a cabo en apenas 15 minutos.

Uyeili recordó que hace solo una semana pidió al primer ministro iraquí, el chií Nuri al Maliki, que reforzara la vigilancia en los centros dependientes de su Ministerio. Ayer, incluso, llegó a reclamar el cierre de todas las universidades de Irak como medida de seguridad. "¿Cómo puedo pedir a nuestros empleados que vayan a sus puestos de trabajo? Es una conspiración para acabar con la educación en Irak y privar al país de gente capacitada", se lamentó. Al menos 155 académicos han sido asesinados en la guerra de Irak, mientras que otros han abandonar el país.

FIELES A AL SADR Tras acusar a los ministerios de Interior y Defensa de reaccionar tarde al secuestro, Uyeili aseguró que los agresores se habían refugiado en Ciudad Sadr, feudo de las milicias extremistas chiís fieles al clérigo radical Moktada al Sadr. Horas después del secuestro, las autoridades informaron de la detención de cinco altos cargos policiales del distrito de Al Karrada por su presunta implicación.

El secuestro se ha convertido en una práctica habitual en Irak. Casi cada día aparecen decenas de cuerpos sin vida acribillados a balazos y con signos de tortura tras ser secuestrados por grupos armados, tanto sunís como chiís. Solo ayer aparecieron más de 20 cadáveres en las ciudades de Baquba y Mosul, y 40, el pasado lunes en distintas partes del país.

Ayer también murieron 10 personas tras estallar un coche bomba en un mercado de Bagdad, y otras 7 en atentados con explosivos en Ciudad Sadr. En el resto del país murieron al menos 20 iraquís. En Ramadi, capital de la provincia de Anbar, 26 personas, entre ellos mujeres y niños, murieron la noche del lunes en un ataque del Ejército de EEUU, según dijeron ayer fuentes sanitarias de la ciudad.