Hace 534 días los británicos votaron a favor de abandonar la Unión Europea. Este viernes, tras nueve meses de intensas negociaciones y una noche en blanco han conseguido cerrar el acuerdo sobre las condiciones del divorcio: la factura que tendrá que pagar Londres, los derechos de los ciudadanos y la frontera entre Irlanda e Irlanda del Norte, un asunto este último que en los últimos días había enquistado las conversaciones sobre el 'brexit'. Así lo han anunciado a primera hora de este viernes el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y la primera ministra británica, Theresa May, en una rueda de prensa conjunta que ha terminado al filo de las ocho de la mañana.

La Comisión Europea ha recomendado a los 27 Jefes de Estado y de Gobierno, que se reúnen la próxima semana en Bruselas, que concluyan que hay "suficientes progresos" en la primera fase de las negociaciones del 'brexit'. El requisito necesario para pasar a la segunda fase, es decir, a empezar para empezar a hablar de las futuras relaciones comerciales entre la UE y Reino Unido, el principal objetivo para el Gobierno de Theresa May. "Si los 27 aceptan nuestra evaluación la Comisión Europea y nuestro negociador, Michel Barnier, están preparados para empezar el trabajo sobre la segunda fase de las negociaciones de forma inmediata", ha anunciado Juncker.

Pacto tras un "toma y daca"

Theresa May y Juncker almorzaron juntos el pasado lunes 4 de diciembre, el día fijado como límite para llegar a un acuerdo. Entonces no fue posible y quedaron flecos pendientes. Cuatro días después ambos bandos han conseguido sellar el acuerdo. "Hemos trabajado extremadamente duro esta semana" y "llegar a este punto ha exigido un toma y daca", ha reconocido May, que se ha desplazado esta madrugada a Bruselas para sellar con su presencia el pacto.

"Esta era una negociación difícil pero hemos conseguido un primer avance decisivo. Estoy satisfecho con el trato equitativo que hemos alcanzado con el Reino Unido", ha añadido Juncker que ha recibido, ha dicho, garantías de Theresa May de que el pacto será aceptado por los unionistas de Irlanda del Norte (DUP).

Los derechos de los ciudadanos

El luxemburgués ha reconocido que el plazo verdaderamente límite para poder comenzar los preparativos de cara a la cumbre del próximo 14 y 15 de diciembre en Bruselas era este viernes. El compromiso incluye garantías sobre los derechos de los ciudadanos británicos en el Reino Unido y los británicos en el resto de los 27, incluidos la puesta en marcha de procedimientos administrativos sencillos y a un coste reducido.

Londres y Bruselas también se han puesto de acuerdo sobre la factura que tendrá que pagar el Gobierno británico cuando salga el 29 de marzo de 2019, uno de los grandes escollos en los últimos meses. Juncker ha recordado que May ya prometió honrar los compromisos financieros hasta 2020 y más allá y según el dictamen de Bruselas es lo que ha hecho. El último escollo en resolver ha sido la situación de la frontera entre Irlanda e Irlanda del Norte para evitar que regrese una frontera dura que ponga en riesgo los acuerdos de paz de Viernes Santo.

May se reúne ahora con el presidente de la UE, Donald Tusk, para empezar a preparar la cumbre de la próxima semana.