La primera ministra británica, Theresa May, viaja este jueves jueves a Estados Unidos, para discutir con Donald Trump un futuro acuerdo especial para el Reino Unido. May será la primera entre los mandatarios internacionales en verse con el nuevo presidente estadounidense, coincidiendo con sus declaraciones en defensa de la tortura..

Un pacto comercial bilateral después del ‘brexit’, el futuro de la OTAN, inmigración y cooperación en materia de terrorismo son los temas que presumiblemente estarán en la agenda con el denostado anfitrión. Antes de ese encuentro el viernes en la Casa Blanca, May pronunciará este jueves un discurso en Filadelfia ante las más importantes figuras del Partido Republicano, un evento anual a puerta cerrada, en el que Trump estará presente.

Según adelanta la prensa británica, la primera ministra se referirá al triunfo electoral de Trump como un momento de “renovación”. Expondrá su ambición de convertir al Reino Unido en “una soberanía global”, después del ‘brexit’ y expresará el deseo deseo de intensificar los lazos con Estados Unidos, “nuestros viejos amigos”.

Con pesos pesados republicanos

“El Reino Unido es por instinto e historia una nación grande y global que reconoce sus responsabilidades en el mundo”. El Reino Unido y Estados Unidos tienen la oportunidad de “ser de nuevo los líderes”, señalará May, con ciego optimismo. La primera ministra se reunirá con algunos de las figuras republicanas, que han de jugar un papel decisivo en el Congreso a la hora de poner en práctica los planes de Trump, con quien tienen graves diferencias, como quedó patente durante la reciente campaña electoral.

El nuevo presidente estadounidense ha defendido el ‘brexit’, como “una decisión inteligente” de los británicos y ha manifestado su deseo de alcanzar un “rápido” acuerdo de comercio, una vez consumada la ruptura con la Unión Europea. De esa rapidez dudan sin embargo los economistas, para quienes la negociación llevará años y estará llena de obstáculos. Tampoco la línea proteccionista de Trump es un buen augurio.

La entrevista con un personaje repudiado por gran parte de la opinión pública mundial es un campo minado para May. El líder laborista, Jeremy Corbyn, la ha acusado de, “amenazar a sus socios europeos mientras ofrece un cheque en blanco al presidente Trump”. La primera ministra no es además el primer político británico que se reúne con Trump. Desde su victoria electoral, el dirigente ha recibido a Nigel Farage, el exlíder del UKIP - a quien propuso informalmente como futuro embajador en Estados Unidos- y a Michael Gove, exministro conservador, otro de los líderes del ‘brexit’ y enemigo político de May.