Es casi surrealista lo que le ha ocurrido a Joe Wurzelbacher (ya para siempre Joe, el fontanero ) desde que en el debate del miércoles John McCain lo presentó como símbolo del estadounidense medio al cual la política fiscal de Barack Obama impedirá "cumplir su sueño americano". La misma noche del debate los medios ya estaban frente a su casa, y allí siguen, investigando a un hombre de 34 años convertido en una celebridad política agasajada para que conceda entrevistas en horarios de máxima audiencia. Pero con la investigación y exposición mediática han venido las malas noticias para la campaña de McCain, ya que lo que se ha descubierto de Joe implica no solo que el plan de Obama no le subiría los impuestos, sino que se los bajaría.

Desde el día del debate, los medios han desvelado que Joe no tiene licencia de fontanero, que debe 1.182 dólares (877 euros) en impuestos al estado de Ohio, que no milita en el sindicato de fontaneros (que apoya a Obama) y que sus ingresos anuales no llegan ni de lejos a los 250.000 dólares (unos 190.000 euros), el listón por debajo del cual Obama planea reducir las tasas y por encima, subirlos.

RECORTE FISCAL Incluso si Joe lograra cumplir su "sueño", compartir la propiedad del negocio del cual ahora es empleado y que la empresa ingresara más de 250.000 dólares, con los datos conocidos (los beneficios se repartirían entre dos) también tendría un recorte fiscal, según calculó para The New York Times Bob Williams, de la organización independiente Tax Policy Center. Además, Joe no es un votante indeciso, sino que se registró como republicano en las primarias.

"¿Cuántos fontaneros conocéis que ganen 250.000 dólares al año?", se preguntó en un mitin Obama, que en su programa incluye ayudas a pequeñas empresas (aunque no clarifica qué considera una pequeña y una mediana empresa). Ya en el mismo debate, Obama criticó a McCain por el uso de Joe, y afirmó que el fontanero se había creído "lo que dicen los anuncios" de la campaña republicana. Pero a pesar de los datos que desmienten la imagen de Joe que ha creado, la campaña de McCain se mantiene firme en su utilización del fontanero, con la esperanza de haber encontrado el símbolo que le permita contrarrestar el empuje de su adversario en el terreno económico.

Así, en los mítines de Palin y McCain no faltan las referencias a Joe, cuyo nombre es coreado por la audiencia y aparece en las camisetas más buscadas. Los republicanos han emitido un anuncio titulado Joe, el fontanero y han criticado a Obama y los medios por lo que consideran "ataques" a un honrado ciudadano. Pero en algunos medios como el influyente The Politico se considera a Joe un ejemplo de la zigzagueante campaña de McCain, que decidió utilizar su caso en el debate tras saber de él por algunos medios conservadores y sin una investigación previa.

ARMA PODEROSA Aun así, está aún por ver si Joe ha mejorado o no la posición de McCain en las encuestas. Y es que, independientemente de sus finanzas y de si ha entendido bien o no el plan fiscal de Obama, utilizar a un ciudadano normal y corriente que ha criticado por su cuenta la política fiscal del demócrata es un arma que puede ser muy poderosa en según qué segmentos del electorado. Por eso, la campaña de McCain está en contacto con Joe para que le acompañe en algún acto público.