Si la crisis económica ya había sacudido de lleno la campaña electoral de EEUU, ayer John McCain, la utilizó para provocar un sorprendente tsunami político. El mismo día en que The Washington Post y ABC News publicaban una encuesta en la que los sondeados consideraban a su rival, el demócrata Barack Obama, como más capacitado para encarrilar la economía y limpiar Wall Street, el candidato republicano anunció que hoy, tras participar en una conferencia organizada por Bill Clinton, suspende su campaña para volver a Washington y trabajar para lograr que el Congreso acuerde acciones para afrontar la crisis.

En su inesperada declaración, McCain solicitó a Obama que también suspendiera su campaña e instó a la Comisión de Debates Presidenciales a retrasar el primero, previsto para mañana en Oxford (Misisipí) y que, según el programa, debía estar centrado en política exterior.

La respuesta de Obama llegó en menos de una hora. "Creo que este es exactamente el momento en que el pueblo estadounidense necesita oír a la persona que, en aproximadamente 40 días, será responsable de lidiar con este lío --aseguró el demócrata en Florida--. Va a ser parte del trabajo del presidente lidiar con más de un asunto a la vez". Al cierre de esta edición era incierto qué pasará mañana y cómo reaccionará McCain ante la negativa de Obama a suspender su campaña y retrasar el debate.

McCain solicitó también al presidente, George Bush, que convoque una reunión con los líderes de las dos cámaras --incluyendole a él y a Obama-- y apelaba a los dos partidos a trabajar "no como demócratas y republicanos sino como americanos" para solucionar la crisis.

ORDAGO SOSPECHOSO Sin embargo, la suspensión de la campaña era un órdago político algo sospechoso. Obama había llamado ayer mismo a las ocho y media de la mañana a McCain para proponerle emitir un comunicado conjunto de apoyo al plan de rescate, un texto que evitaría la impresión de que cualquiera de los dos estaba politizando la crisis. McCain tardó seis horas en contestar. Y, minutos después de hacerlo, sorprendió con la suspensión de la campaña.

Cabe la posibilidad de que la propuesta del veterano senador mejore su percepción como líder económico entre los votantes, pero lo único seguro es que, de momento, está bastante por detrás de Obama en las encuestas en ese terreno. La de más alcance ayer era la del Post , que confirmaba que la economía es ya el tema más trascendental para la mayoría de los estadounidenses (la guerra de Irak solo es tema central para el 9%) y daba a Obama un 52% de intención de voto frente al 43% de McCain. Esa cifra daba la vuelta al sondeo realizado 15 días antes, en el que el republicano tenía el 49% de voto frente al 47% del demócrata.