Medio centenar de empresas españolas formaron parte de las casi 2.300 compañías de 66 países que pagaron comisiones ilegales o sobornos al régimen de Sadam Husein para poder hacer negocios con Irak al abrigo del programa de la ONU Petróleo por Alimentos. Esto es lo que revela el informe final, hecho público ayer en las Naciones Unidas, sobre la corrupción que se detectó en ese programa, que además cita a un político español como intermediario en las ventas de petróleo.

El político español es identificado en el informe como "Javier Robert". Se dice que esta persona es parlamentario y miembro del "Spanish People´s Party" literalmente, Partido del Pueblo Español, aunque podría traducirse como Partido Popular Español.

REPRODUCCION FONETICA Como no existe ningún político español con ese nombre, en la ONU se especulaba ayer que podría ser la reproducción fonética de los funcionarios iraquís del nombre real. Algunas fuentes identificaron hace meses a esta persona como Javier Rupérez, actual director ejecutivo del Comité contra el Terrorismo de la ONU, y exembajador de España en EEUU. Rupérez negó "rotundamente" esas especulaciones.

De acuerdo con el informe --resultado de 19 meses de investigaciones del comité independiente encabezado por el expresidente de la Reserva Federal Paul Volcker--, el político español recibió 9,9 millones de barriles de petróleo, que vendió después a empresas europeas.

El informe sostiene además que el exjefe del Gabinete del Kremlin Alexander Voloshin, el líder comunista Gennadi Ziuganov y el ultranacionalista Vladimir Zhirinovsky recibieron también grandes cupos de crudo iraquí para su posterior reventa.

Petróleo por Alimentos funcionó entre 1996 y el 2003 para aliviar las penurias del pueblo iraquí, a consecuencia de las sanciones impuestas por la invasión de Kuwait en 1990. A su sombra se permitió a Bagdad vender un cupo de petróleo para comprar alimentos y suministros humanitarios. Sin embargo, Sadam pronto se las arregló para manipular el proceso: exigiendo el pago de comisiones extra por contratos para vender productos a Irak (desde repuestos para camiones a material médico), y por medio de sobornos sobre los contratos para adquirir petróleo.

Entre las 45 empresas españolas que pagaron comisiones a Bagdad para venderle productos y suministros humanitarios destaca Dominion Spain, que logró el mayor contrato de todas, de 19,7 millones de euros.