Una multitud de más de 500.000 personas --una cifra que ni los propios organizadores esperaban-- se manifestó ayer en silencio por las calles de Roma para pedir la liberación de la periodista italiana Giuliana Sgrena, secuestrada el pasado día 4 en Irak. En la marcha estuvieron presentes líderes políticos de La Unión --el nombre que ha adoptado definitivamente el centroizquierda--, aunque fue encabezada por los padres de la enviada especial de Il Manifesto . El Gobierno de Silvio Berlusconi no envió ningún representante.

Balo el lema Liberemos la paz , los manifestantes recorrieron las calles de Roma. Mientras, varias televisiones árabes retransmitieron el vídeo Yo soy Giuliana , obra del compañero de Sgrena, que incluye fotos tomadas por la periodista en Irak.

TORPEZA DEL EJECUTIVO Los manifestantes evitaron pedir la retirada de los 3.000 soldados italianos desplegados en Irak para impedir cualquier interpretación partidista de la cita. Aun así, ningún representante de Berlusconi participó en la marcha, aunque muchos enviaron mensajes de adhesión y solidaridad. Con unas elecciones regionales en abril, muchos analistas consideran que el Gobierno ha cometido una torpeza, ya que habría podido capitalizar la manifestación.

Todos los colectivos altermundialización participaron en la marcha, a la que acudieron personalidades del mundo del arte y la cultura como el Nobel de Literatura Dario Fo. Entre los líderes de La Unión estaba Romano Prodi, aunque el protagonismo fue para los ancianos padres de la periodista secuestrada.

EL CASO DE AUBENAS "Esperemos que no le hagan daño", dijo el octogenario Franco Sgrena, padre de Giuliana. "Soy un viejo partisano y sé lo que significa combatir por la libertad. No tengo nada contra el pueblo iraquí, pero le pido que nos ayude a liberar a Giuliana". "Todo el país está hoy aquí", declaró Prodi.

En el palco de los discursos también estuvieron Antonio Pelayo, presidente de la asociación que agrupa a los casi 500 corresponsales acreditados en Italia, y Antoine de Gaudemar, representante del periódico francés Libération donde trabaja la periodista Florence Aubenas, desaparecida en Irak hace casi dos meses. "Estamos aquí para defender la libertad de los periodistas cuya única culpa es haber querido hacer su trabajo", manifestó De Gaudemar. "Algo grave sucede en la sociedad cuando un periodista no puede llevar a cabo su trabajo", dijo Pelayo.

"Giuliana no es solamente nuestra, de sus padres o de su compañero, sino de todos los ciudadanos, de la comunidad nacional e internacional", subrayó por su parte Paolo Serventi Longhi, secretario del poderoso sindicato periodístico italiano (FNSI). "Miles de muertos por día no son la paz", se lamentó.

"Esta es una manifestación para pedir la libertad de una persona, y eso no es nunca partidario", dijo el alcalde, Walter Veltroni. "Hoy no es un día de polémicas", respondió el líder de los Democráticos de la Izquierda (DS), Piero Fassino, a todo el que le preguntaba por la ausencia de los líderes conservadores.