Al menos 22 personas han muerto hoy y otras 63 han resultado heridas tras la explosión de un coche bomba conducido por un suicida en la ciudad de Hilla, 100 kilómetros al sur de Bagdad, en la provincia chií de Babel, informaron fuentes policiales.

El coche explotó cerca de un hospital de maternidad en el centro de la ciudad, y, como consecuencia de la gran explosión, diez coches resultaron calcinados y muchas tiendas y edificios en la zona quedaron seriamente dañadas.

El ataque fue perpetrado a las 09.00 hora local (05.00 GMT), hora punta a la que la mayoría de los iraquíes acuden a sus puestos de trabajo.

Las autoridades todavía desconocen cuál era el blanco del atentado, aunque temen que el número de muertos aumente en las próximas horas debido a la gran cantidad de heridos.

Hilla ha sido escenario de varios de los más sangrientos ataques por parte de la insurgencia suní en los cuatro años desde que éstos comenzaron.

El pasado marzo, dos hombres con sendos cinturones explosivos detonaron sus cargas en medio de un nutrido grupo de peregrinos que se dirigían a pie a Kerbala para celebrar el final del luto por la muerte de Al Husein, nieto de Mahoma. Aquel atentado dejó más de 120 muertos y centenares de heridos.

El ataque de hoy coincide con la reunión que los embajadores de EEUU e Irán celebran en Bagdad para tratar sobre los medios de acabar con la espiral de violencia en que se halla inmerso Irak.