La violencia en Irak no da tregua. Al menos 24 personas murieron ayer en varios atentados perpetrados en todo el país, entre ellas dos guardaespaldas británicos que perdieron la vida al ser atacado un convoy del consulado del Reino Unido cerca de Basora, en el sur. Entretanto, los abogados de Sadam Husein denunciaron que el dictador fue agredido a la salida de una vista ante el tribunal especial iraquí encargado de juzgarlo, el pasado jueves. Las autoridades estadounidenses lo han desmentido.

KAMIKAZE EN EL TEATRO El Ministerio de Exteriores del Reino Unido confirmó que los dos guardias de seguridad que murieron cerca de Basora son británicos. Ambos eran empleados de la empresa Control Risks, con sede en Gran Bretaña, y su misión era proteger al personal consular de este país destinado en Irak. El atentado se produjo por la mañana en la carretera que conduce de Basora a la frontera con Kuwait. Dos bombas de fabricación casera colocadas a pie de carretera estallaron al paso del convoy, mataron a los dos guardaespaldas e hirieron a otro guardia y a un menor iraquí.

Pero el ataque más grave se produjo en Bagdad, donde un kamikaze embistió con un coche bomba a los policías que custodiaban el Teatro Nacional. Murieron cinco personas y 25 resultaron heridas. Además, varias bombas artesanales colocadas en el norte de la capital causaron 16 muertos, entre los cuales figuraban varios menores.

El Gobierno iraquí informó de que el número de muertos del atentado del viernes contra un centro de reclutamiento del Ejército causó 48 muertos y no 25, como se dijo en un principio.

"PUÑETAZOS" "Cuando el presidente abandonaba la sala de audiciones, una persona lo atacó y se produjo un intercambio de puñetazos entre el hombre y el presidente". Así describe el equipo de abogados de Sadam la escena --según un comunicado-- del jueves a la salida de la sede del tribunal especial iraquí. La circular señala que los soldados de EEUU encargados de su protección no intervinieron. El mando estadounidense negó tajantemente tal incidente.