Los insurgentes iraquís atacaron ayer edificios residenciales en varios barrios de Bagdad en seis atentados con bomba. Según un balance provisional de Interior, 35 personas resultaron muertas y otras 140 heridas. Este repunte de la violencia coincidió con un vacío político causado por la incapacidad de los partidos de pactar la formación del Gobierno.

Entretanto, la difusión del vídeo de un ataque aéreo en el que murieron 11 civiles y dos informadores de Reuters pone en entredicho la versión oficial del bombardeo y coloca en la picota la política informativa del Pentágono. El vídeo del ataque del 12 de julio del 2007 muestra cómo los helicópteros de EEUU atacaron a un grupo de personas que, aunque armadas, no tenían una actitud hostil. El artillero, además, se ensañó con las víctimas.