Al menos 36 personas han muerto y otras 71 han resultado heridas al hundirse el minarete histórico de la mezquita de Bab el Bardiyine,en Mequinez, centro de Marruecos, según la cadena de televisión pública Al-Oula, que cita un balance provisional del ministerio del Interior marroquí. Según testigos presenciales, el número de personas que se hallaba en esos momentos en el templo era de 500.

Según fuentes oficiales citadas por la agencia MAP, de esas 71 personas, que fueron evacuadas a hospitales de Mequínez y de la cercana ciudad de Fez, 51 han abandonado ya el hospital y las 20 restantes permanecen hospitalizadas.

El rey Mohamed VI de Marruecos ha anunciado que costeará personalmente los funerales por las víctimas del suceso. Asimismo, también ha dado instrucciones para la reconstrucción inmediata de la mezquita, una de las joyas históricas de esta ciudad, antigua morada de los monarcas de Marruecos.

HUNDIDO POR LAS FUERTES LLUVIAS

Decenas de personas, entre voluntarios, militares, policías y boy-scouts se agolpan en el interior de la mezquita con la esperanza de encontrar todavía algún superviviente.

Fuentes de la policía presentes en el lugar aseguraron a EFE que en las últimas horas se ha rescatado a dos jóvenes con vida entre los escombros y se trabaja para sacar a un chico de 13 años que permanece sepultado fuera de la mezquita y podría seguir con vida.

"El minarete se ha hundido por las fuertes lluvias que han caído en la zona durante los últimos días", según la televisión, una versión que han corroborado los habitantes de la zona.

El minarete formaba parte de un techo que se ha hundido mientras los fieles realizaban la plegaria del viernes, la más importante para el islam. El suceso ha ocurrido a las 12.45 hora local (una hora más en España). La caída del minarete derrumbó prácticamente la mitad de la mezquita, así como una carpintería y un ultramarinos situados junto al templo.

TEMPORAL EN LA ZONA

Los voluntarios en la operación de rescate, portando cubos llenos de escombros y excavando con palas, temen que la cifra definitiva de muertos sea aún mayor, y algunos la elevan hasta el medio centenar. Uno de ellos, Hicham Azzani, explicó a EFE cómo él mismo ha intervenido en el rescate de 20 cadáveres desde su llegada a la mezquita, tres horas después de la tragedia.

El fuerte temporal de viento y lluvia que azota en las últimas horas la parte central y oriental de Marruecos también ha causado hoy la muerte de una niña de 11 años y heridas a varios miembros de su familia después de que la casa en la que vivían en la región de Taza (este) se viniera abajo.

Los fuertes vientos han ocasionado además el derrumbamiento de muros en algunos centros educativos y la caída de árboles, lo que ha provocado problemas para el tráfico.