Dos incendios ocurridos ayer en el este de China, en unos grandes almacenes y en un templo respectivamente, causaron ayer 92 muertos y 75 heridos. Un total de 53 personas perdieron la vida en los grandes almacenes en la ciudad de Jilin, donde las tareas de extinción se prolongaron durante cuatro horas. Apenas tres horas después, las llamas arrasaron un templo en la ciudad de Haining, en la provincia de Zhejiang. Los orígenes de ambos siniestros se desconocen y se han abierto sendas investigaciones.