Al menos veinte personas murieron en una aldea en el suroeste de Kazajistán a consecuencia de las graves inundaciones provocadas por el deshielo primaveral y las lluvias, informaron hoy las autoridades kazajas. Un total de sesenta casas fueron arrastradas por las aguas en la provincia de Alma Ata, dijo a la agencia rusa Interfax un portavoz del Departamento de Emergencia local.

Explicó que el deshielo y las lluvias provocaron la rotura de una presa en el embalse Kizyl-Agash y que varias aldeas quedaron anegadas, por lo que se ha tenido que evacuar a sus habitantes. La inundaciones obligaron a suspender el tráfico ferroviario y a cerrar varias carreteras en la zona. El presidente de Kazajistán, Nursultán Nazarbáyev, ordenó crear una comisión gubernamental para hacer frente a la emergencia y socorrer a los damnificados.