La cancillera alemana, Angela Merkel, aprovechó ayer la celebración de Día de la Unidad para pedir a los alemanes el mismo "coraje" que propició la caída del Muro de Berlín para hacer frente ahora a la actual crisis económica. "Necesitamos la fuerza productiva de ese 1989, en que el pueblo mostró toda su fortaleza para asumir los retos actuales", dijo Merkel en la ciudad alemana de Saarbrüchen, capital del estado federal de Sarre, junto a la frontera francesa. Alemania conmemoró ayer la firma en 1990 del tratado por el que se disolvió la República Democrática de Alemania (RDA), y el próximo 9 de noviembre se cumplirá el vigésimo aniversario de la caída del Muro de Berlín, que puso punto y final a la división de las dos alemanias. "La unidad fue posible porque miles de personas plasmaron su anhelo de libertad en coraje cívico", señaló. Merkel, que se dispone a pactar un Gobierno de coalición con los liberales tras ganar las elecciones legislativas del pasado mes de septiembre, recordó que la crisis económica mundial es fruto de "los excesos de algunos banqueros".

A pesar de las dos décadas de unificación alemana, todavía persisten las diferencias entre las dos partes del país. "Los tiempos de los excesos quedaron atrás, quedan por superar sus estragos, como debemos hacerlo con las huellas de la división alemana", afirmó Merkel.