Le llaman don Manuel e igual movía toneladas de cocaína de Colombia a EEUU para el cártel de Sinaloa que, al mando de la banda de los Garibay, secuestraba y asesinaba empresarios y policías en el valle de Mexicali, en el norte de México. La policía detuvo ayer a Manuel Garibay, de 52 años, al volante de su camioneta por esa zona fronteriza, y las autoridades lo presentaron como uno los mayores trofeos de tres años y medio de guerra contra el narcotráfico.

Aunque el Ejército y la policía no han capturado aún a ningún capo importante, son innumerables los altos ejecutivos del tráfico de drogas entre los 122.000 detenidos estos años. Garibay era un contacto de alto nivel entre el cártel y los narcos colombianos. Y dirigía trabajos extra como secuestros y la extorsión en el valle de Mexicali, estado de Baja California.