Miles de ucranianos, entre ellos pensionistas, se daban codazos ayer frente a las sedes bancarias de Donetsk, en el este de Ucrania, para retirar sus ahorros. "Si tan sólo me dejasen retirar 1.000 grivnas" (190 dólares, unos 143 euros), suspiraba Yulia Kopran, de 76 años.

En esta región oriental del país, los responsables regionales defienden a Yanukovich como presidente y pretenden, en caso de que fracasen las negociaciones con la oposición, crear un territorio autónomo con un sistema bancario y fiscal propio. "Es la inestabilidad política la que empuja" a los ciudadanos a retirar sus ahorros, resumió Irina Panaseyko, del Banco de Negocios de Ucrania en Donetsk. "Se trata de un problema creado artificialmente", concluyó.

La agencia internacional de calificación financiera Standard and Poors recordó el pasado martes que si se prolongaba la crisis financiera, existían graves riesgos de desestabilización para el sistema bancario ucraniano. "Unos pocos días más de crisis y el sistema financiero del país puede derrumbarse como un castillo de naipes", advirtió el lunes el presidente ucraniano, Leonid Kuchma. La carrera ciudadana por adquirir dólares y euros obligó al Banco Nacional de Ucrania a imponer limitaciones.