Miles de palestinos aprovecharon la noche para huir del campo de refugiados de Nahar al Bared, en medio del alto el fuego tras tres días de combates entre el ejército libanés y el grupo radical suní Fatah al Islam. Hombres, mujeres y niños con los pocos enseres que han podido recuperar y en coches destartalados, han abandonado Nahar el Bared rumbo al cercano campamento de Badawi, a unos 5 kilómetros del lugar de los combates.

"En el interior todavía queda mucha gente atrapada y bastantes heridos que no han podido salir durante la noche. La situación es desesperada, dijo a Efe Ali Mustafa, vecino de la zona y testigo del éxodo de los palestinos. Los combates disminuyeron ayer después de que los radicales islámicos propusieran un alto el fuego que ha sido violado reiteradamente por ambos contendientes.

En la mañana de hoy, Nahar al Bared amaneció envuelto en una relativa calma. El ejército libanés mantenía el asedio a la barriada pero había cesado el fuego artillero. De forma aislada, se escuchaba el estruendo causado por escaramuzas con fuego de metralleta y armas ligeras, según pudo comprobar Efe. Unidades de infantería ligera del ejército libanés se desplegaron en los muros adyacentes que separan el campamento para tratar de reducir a los francotiradores apostados en los desvencijados tejados.

"El objetivo ahora es acabar con las últimas bolsas de resistenciapara permitir que las ambulancias y los equipos de bomberos puedan seguir entrando en el campamento" explicó a Efe Hamdan Radawi, capitán del ejército libanés. Los enfrentamientos entre el ejército libanés y el grupo radical suní Fatah al Islam han causado al menos 77 muertos en tres días de combates en el norte del país. El conflicto ha tenido como escenario el campo de refugiados de Nahar, donde viven alrededor de 40.000 palestinos en pésimas condiciones humanitarias y víctimas del fuego cruzado entre ambos bandos.